1. HUMO como metodología
2015
Humo en la ciudad se define actualmente como colectivo anónimo, desarraigo y sin definición geopolítica.
Nuestra actividad fluctúa entre lo práctico y lo teórico para tratar de redefinir, constantemente, aquello que se determina como espacio público. Consideramos de extrema urgencia fomentar actividades que pongan en contacto directo gentes de diversa índole, procedencia, ideología, estética y nivel económico; con el fin de erradicar las barreras que nos impiden evolucionar más allá de nuestras ideologías.
La importancia del conflicto y la biolencia que plantean los encuentros con la alteridad son el principio de cambio para cuestionar lo ridículo de las modas y los niveles de alienación a los que estamos sometidos.
Reivindicamos espacios comunes y actuamos en el mayor de ellos, porque consideramos que es ahí en donde el ejercicio de la libertad de expresión se hace efectiva.
Planteamos actividades para un aprendizaje grupal y creativo. Nos volcamos, a partir de ahora, en la pedagogía libre y horizontal con el fin de activar subjetividades críticas y formas de vida sostenibles.
Pensamos el arte como punto de encuentro y por ende como arma en contra de la indiferencia.
Somos una manada que no pretende otra cosa que facilitar y ejecutar procesos de acción directa.
2012
El grupo de trabajo «humoenlaciudad» surge en la ciudad Valencia por una cuestión tan irrelevante como aleatoria. Sobre todo teniendo en cuenta que el sentimiento de asfixia ante una realidad sociocultural que perjudica al ciudadano, evoluciona imparable. Conceptos de procedencia o puntos geográficos de origen no tienen importancia. El sentimiento es común y las necesidades se manifiestan en cualquier punto del planeta, ahora sí, de forma libre y gratuita.
Entendemos esta propuesta como una vía de recuperación de la práctica del espacio público. Como colectivo, pretendemos hacer evidente nuestra necesidad de familiarizarse con un entorno nuevo, cambiante, efímero, inestable, así como con sus practicantes.
Nuestros antecedentes son el graffiti en sus orígenes, entendido como una vía de expresión alternativa, su carácter tipográfico como marca urbana para la comunicación entre individuos pertenecientes a un fenómeno social o cultural determinado.
La privatización del espacio público y las restricciones de los usos del mismo, impuestas por las entidades de poder, la negación de nuestro derecho, básico, al uso del espacio común y las gestiones económicas con los bienes de uso público, nos han llevado a desarrollar una propuesta que se define básicamente con tres términos. Cotidiano, ilegal y público (público entendido como una dualidad, por un lado receptor de información y por otro, como una cuestión de libre acceso).
Nuestra estrategia se basa en la búsqueda de lugares clave para lograr el equilibrio entre, impacto visual y supervivencia de las manifestaciones plásticas. Comunicación e integración para tratar de llegar al usuario que practica ese entorno de forma habitual. Para ello tratamos de hacer de la ilegalidad una táctica cotidiana que provoque una grieta en el concepto de percepción instaurado por la cultura occidental, (lo que el poder no puede cobrar tratará de aislarlo). El resultado son una serie de actividades en las cuales resulta tan importante el proceso como el producto, ya que entendemos que el verdadero vínculo se genera en “el hacer” y no en “el mirar”.
No nos interesa la legitimidad porque manifestamos una problemática, y no resulta una solución que ninguna institución afirme, sin más, la existencia de un problema. El objetivo no es entrar en el sistema, ya somos parte de él, el objetivo es poder” hacer” de forma libre y gratuita.